Arte y Diseño

Arte y Diseño

Este artículo constituye una reflexión respecto a las diferencias y semejanzas entre arte, diseño y artesanías, cuya indefinición de límites ha provocado fricciones, así como sentimientos de amor y odio. En términos generales, podemos ubicar estas esferas de la siguiente forma: a) arte, actividad libre de reducido mercado; b) diseño, disciplina enfocada a la utilidad masificada y consensuada; c) artesanía, elaboración de objetos que conjugan historia, sentimientos y procesos de manufactura. 

Introducción :: ¿El primer arte? Artesanías :: ¿Arte moderno o diseño artístico? :: 

Conclusiones :: Referencias bibliográficas :: Bibliografía :: Acerca del autor

INTRODUCCIÓN

En la actualidad las actividades humanas son variadas y complejas. Entre estas actividades encontramos disciplinas como el Diseño Industrial y el Diseño Gráfico, de las cuales derivan otras como Diseño de Interiores, Diseño de Escaparates y Diseño de Publicidad. De la Arquitectura además derivan el Diseño Urbano, Diseño Escenográfico, Diseño Museográfico y otras más.

En este entendido, buscar los límites de cada una para establecer diferencias entre obras de arte, objetos de diseño y artesanías, resulta muy difícil. En estas disciplinas proyectuales o creativas, la producción de objetos utilitarios “artesanías” o mercancías, son condicionadas por el marketing y los requerimientos empresariales.

Para gran número de empresas del Siglo XXI “el aspecto estético es el arte de lo que se produce”; otro ejemplo es: un objeto tiene valor utilitario cuando es fruto de la ciencia o la tecnología y un valor de satisfacción de deseos para el consumidor creado por el Arte, el Diseño o las artesanías.

No obstante, estas percepciones no dejan claro los aspectos en común entre estas tres actividades del hombre dificultando la definición clara de cada una.

La transformación de la naturaleza, la producción de objetos útiles y la producción de pictogramas para la comunicación visual tienen una historia paralela a la del hombre, dificultando establecer diferencias entre estas actividades que nacen para la satisfacción de necesidades y deseos del hombre.

Las bases teóricas de estas actividades tienen aspectos comunes como son: la estética, creatividad, técnicas de producción y uso de materiales.

Cuando los filósofos y artistas hablan de estética, lo hacen necesariamente de arte; cuando lo hacen los profesionistas dedicados a la creación de objetos, mensajes, espacios e indumentarias, hablan de diseño, y cuando lo hacen las personas que fabrican “con sus manos” objetos útiles hablan de artesanía.

Pero entonces, ¿Bajo qué criterios estéticos se rige uno y otro? Algunos críticos, filósofos o artistas como Ruskin pensaban que la misma estética regía a ambas disciplinas y otros como Morris consideraban que los criterios eran diferentes y los establecía el arte. Es así como surge la gran dificultad para establecer parámetros estéticos dentro del diseño, que determinen el grado de calidad, sin tener que considerarlo como obra de arte o artesanía.

No debemos olvidar que en la etapa moderna, cuando el diseño intenta separarse del arte, busca comprenderse a sí mismo dentro de las diferentes maneras de pensar de la sociedad y encontrar modelos estéticos referentes, en muchos de los cuales la “actividad artística” marca las reglas.

En esta etapa histórica, el diseño funcionalista parecía ser la solución para la diferenciación, la forma sigue a la función, porque contrasta con el arte al abarcar otros aspectos como son los productivos, ergonómicos y económicos, pero el aspecto estético tiene criterios provenientes del arte. Las artesanías también consideran los aspectos antes mencionados, aunque en la mayoría de los casos de manera empírica.

Estas similitudes y discrepancias, generan sentimientos de amor-odio, principalmente entre el Arte y el Diseño, porque el diseño, en muchos grupos humanos del planeta, es considerado hijo del arte, Zimmermann dice “el diseño se aprende en escuelas de Bellas Artes”, esto deriva en una dualidad de la actividad como en el caso de Bruno Munari (Diseñador y artista). Pero la relación entre las dos actividades no viene únicamente desde adentro, es decir desde sus aspectos teóricos, también la sociedad y los empresarios tienen una fuerte influencia porque responden a las condiciones de los mercados, donde la publicidad juega un papel importante en los “encargos de proyectos de diseño del siglo XXI”.

Esta profesionalización del diseño provoca, en la década de 1980, la incursión de diseñadores en el terreno del arte, o artistas que utilizan objetos industriales para sus obras, generando mayor confusión en la diferenciación.

Ahora bien, cuando los filósofos hablan de estética lo hacen en el contexto del arte dejando fuera al diseño como si este no la considerara. Por eso debemos recordar que el diseño tiene esencialmente dos orígenes: el práctico y el teórico, el primero marcado por los medios productivos desarrollados a partir de la Revolución Industrial y el segundo entendido como satisfactor de necesidades sociales (deseos) dentro de un fenómeno cultural específico.

Con esto la labor del diseñador, dentro del marketing, está justificada bajo el slogan “lo feo no se vende” y así los consumidores adquieren productos estéticamente adecuados.

Dentro de la transformación de los contextos sociales contemporáneos surge la pregunta ¿Cuándo algo es considerado arte?. Para responder esta nueva pregunta, el arte debe proponer nuevos conceptos en la estética, porque dentro de la sociedad de la información, arte y artesanías deben competir con imágenes audiovisuales, objetos de diseño y espacios o ambientes percibidos cotidianamente en los medios de comunicación masiva. 

¿El primer arte?
Artesanías 
Desde hace miles de años el hombre vive una prolongada transformación, su cerebro crece especializándose por áreas, las manos adquieren tal desarrollo que es necesaria la coordinación ojo-mano para la transformación del entorno de aquellos primeros hombres. Con el hombre sedentario surgen necesidades diferentes al comer, dormir y reproducirse, en mi particular punto de vista, surgen problemas de comunicación, de organización social y productiva.

Para satisfacer estas necesidades debe valerse de dos acciones generales: Las pinturas o representaciones plásticas de la realidad para comunicarse con sus semejantes y la integración de formas con materiales encontrados en la misma naturaleza. Esto da al hombre un aprendizaje y desarrollo cultural que le permite configurar o fabricar objetos cada vez más elaborados y mejores de acuerdo a la experiencia transmitida de generación en generación. Nacen los objetos útiles que van transformando a la sociedad y enriqueciendo la cultura, estos objetos en la actualidad los denominamos artesanías.
Cada artesano, “imprime” sus sentimientos y experiencias en la imitación de la realidad para la producción de objetos útiles específicos, es decir realiza piezas únicas, por encargo o por iniciativa propia, culturizando al grupo humano (sociedad antigua) en el que está inserto.

Entonces no podemos decir que el arte sea excluido de esta influencia, también cambia y la apreciación es acorde al tiempo histórico. Lo mismo ocurre con otra actividad humana tan antigua como el homo sapiens y joven como lo indica su nombre. El diseño industrial (en los utensilios primitivos) o diseño gráfico (en las pinturas rupestres).

Hubo personas que desarrollaron las dos actividades como Bruno Munari, (1907-2002), artista, diseñador gráfico e industrial, fundador del MAC (Movimiento Arte Concreta) y autor de libros que han dejado huella en la enseñanza del diseño. Munari analiza el arte visual y el diseño industrial iniciando con el arte de los artesanos por considerarse el más añejo.

El artesano es autor de material poco frecuente e incluso de piezas únicas hechas con sus manos y la experiencia heredada generación tras generación. Trabajar de esta “forma” permite la separación del concepto arte del objeto útil (hoy llamada artesanía) aunque esta separación no establece límites entre estos. Nace el artista quien trabaja de manera muy personal y con un lenguaje propio expresa su sentir y no pretende transmitir un mensaje específico; es decir, carece de importancia la compresión por parte de las “masas”. 

Sin embargo, este pequeño círculo social está conformado por personas cultas que aprovechan el conocimiento y de manera creativa proponen lo que debe ser considerado bello o feo. Proponen criterios estéticos acompañados de métodos comerciales en evolución desde entonces.

Después de reflexionar sobre el análisis de Munari creo que además de la estética, la creatividad y la tecnología, el arte, la artesanía y el diseño tienen un origen paralelo al desarrollo de la inteligencia y la cultura del hombre. Dentro del desarrollo cultural del hombre, las artesanías, el arte y el diseño son respuestas a necesidades sociales en diferentes épocas de la humanidad.

¿Arte moderno o Diseño Artístico?

Para reflexionar sobre estos aspectos veamos la labor del diseñador para resolver un problema de la vida cotidiana mediante el objeto de diseño, es necesario efectuar una evaluación, observando la interacción del hombre con el objeto.

Para esto el profesional hace a mano el modelo, adquiriendo características y cualidades artesanales como objeto utilitario hecho a mano con técnicas tradicionales y en pequeñas cantidades. De acuerdo a los parámetros impuestos por la sociedad y el comportamiento de los mercados, lo que realmente importa en esta actividad (diseñar) es el resultado final. El objeto tiene una función específica y una estética no ligada a ningún estilo personal, como sucede en el arte, sino nacida del propio problema. La sociedad acepta el producto por su función y da el mismo valor al precio y la estética para decir “es un objeto bien diseñado”.

En este entendido el artista es subjetivo, el diseñador objetivo y el artesano objetivo-subjetivo. Cuando el artista quiere hacer “diseño” sigue esta misma lógica y quiere que el objeto muestre su estilo, su arte, y con esto no consigue la aceptación de la mayoría.

En esta época los valores objetivos están por encima de los subjetivos, el trabajo en equipo e interdisciplinario adquiere mayor importancia. Ante estos cambios el arte responde con el movimiento dadaísta, donde pretende trabajar en equipo para sumar fortalezas y disminuir el orgullo que caracteriza a la elite. El artesano, toma el trabajo de grupo del arte dadá por trabajar bajo las reglas impuestas por el comportamiento mercantil. El diseño fundamenta sus procedimientos de acción en la metodología del arte, donde busca dar respuesta a problemas de la mayoría y no solamente a un selecto grupo de personas.

De acuerdo a este análisis, el artista trabaja de manera subjetiva para sí mismo y para la élite, el diseñador y artesano son objetivos y trabajan para el bien de la comunidad.

Para que el trabajo subjetivo del artista tenga éxito, debe basarse en una cultura clásica obtenida en la escuela de las Bellas Artes, para después reaccionar de manera novedosa y aventurarse en caminos vanguardistas. Así existen los artistas clásicos y los inesperados. Los primeros (incluidos los artesanos) serán creativos bajo las técnicas establecidas, los segundos experimentarán con nuevos materiales o procedimientos distintos para la realización de la obra. El artista está inmerso en una “tradición que nos dice es la suma de reglas, costumbres e innovaciones acumuladas durante la vida del hombre y transmitidas de generación en generación.” [1] La tradición es renovada día a día en el quehacer del artesano y el artista participa en ésta al romper y generar nuevas reglas y criterios estéticos.

El diseñador no encuentra sentido en una cultura clásica al momento de experimentar con materiales, procesos y tecnología dentro de su actividad, él forma parte de la tradición dinámica. Con estos datos y procedimientos crea objetos comprensibles y útiles a una necesidad efectiva y no imaginada.

Por otra parte el artista, diseñador y artesano son creativos, el primero usa la fantasía y trata de plasmar la vivencia de una situación, conjunto o cualquier otra cosa, empleando, como en el caso de las artes visuales, herramientas simples o complejas como el pincel de madera o la cámara fotográfica digital. Artesano y diseñador son creativos de manera sistemática y al momento de abordar el problema no saben a ciencia cierta qué forma tendrá el producto hasta que armoniza estéticamente todas las partes del objeto-solución de un problema.

El artista enfrenta, al usar la fantasía, el riego de ser considerado un “loco” porque la cultura de la sociedad no entiende el lenguaje inesperado en sus obras. En cambio, el diseñador proyecta artefactos estéticos con un lenguaje común para la mayoría de las personas en una determinada sociedad.

Para que el diseñador pueda lograr esto, es necesario que posea una cultura amplia adquirida en la escuela, donde también aprende sobre el arte y, así busque maneras ingeniosas de aplicarlo dentro de su quehacer profesional, para estar en mejores condiciones de comprender las trasformaciones estéticas propuestas por el arte.

De acuerdo con Munari, entiendo que artista y diseñador emplean y tienen conceptos en común, como la belleza y la fealdad, bajo códigos estéticos diferentes que cambian y evolucionan al paso del tiempo.

Analizando la artesanía, el arte y el diseño, desde los cambios sociales provocados por la Revolución Industrial, observamos la facilidad con la que el hombre común confunde conceptos y términos para atreverse a decir: “ hacer diseño es hacer arte".

El arte y el diseño han cambiado, sobre todo porque cambian las corrientes filosóficas sobre la técnica y la estética, y por los nuevos materiales empleados en diseño, la relación Arte-Diseño es más compleja. A pesar de esta separación, por la relación arte-diseño en las escuelas, en la sociedad cliente-diseñador, artista-diseñador, diseñador-diseñador, diseñador-artesano, los conceptos y acciones poseen una relación tan estrecha que es difícil no verlos como sinónimos.

En el siglo ** usar el término diseño en muchas de las actividades del hombre, crea una connotación negativa. Se empieza a confundir la estética de los objetos bien diseñados con la cosmética, de ahí que la función y la armonía estructural de estos pierden valor. Entonces cuando surgen verdaderos objetos de diseño la sociedad los considera obras de arte o artesanías “bien diseñadas”.

Ahora, creo en la sociedad como desencadenante de influencias aprovechables por ambas actividades, basándose en los sentimientos, deseos y razón de ésta. Sin embargo, el efecto social del arte no tiene una intención específica, mientras el diseño sí. El artista es su propio cliente y él determina las reglas, el diseñador debe adecuarse a las exigencias del mercado; en el arte existen piezas únicas, en el diseño miles; el artista trabaja para sí mismo, el diseñador y artesano trabajan para otras personas o empresas que tienen necesidades materiales; el artista realiza su trabajo voluntariamente, el diseñador necesita gran información.

Otro de los aspectos importantes para diferenciar arte-diseño, artesanía-objeto de diseño; es la metodología proyectual desarrollada en este último, es decir, tiene como objetivo un mercado específico. El gusto personal del diseñador queda restringido a un código aceptado por una sociedad y cultura específica; resaltando que el diseño y su metodología es una actividad social y colectiva que satisface una necesidad con objetividad. La metodología es diferente a la metodología del arte, ya que en diseño la fase de análisis lleva más tiempo, establece requerimientos diversos como respuesta a necesidades no comparables a los requerimientos del artista.

¿A caso la artesanía no sigue un procedimiento establecido? Cada una sigue pasos ordenados para su creación y cada una proyecta diferencias profundas. La realización de una obra de arte requiere de conocimientos técnicos, creatividad, amplia cultura y subjetividad que bien son parte de un proyecto, pero individual.

Para la realización de un objeto de diseño también son precisos conocimientos técnicos, creatividad, amplia cultura y objetividad, cuyo proyecto culmina en un objeto o sistema para el bien común. Ambas actividades desencadenan la originalidad y la innovación, respectivamente, en el empleo de materiales, técnicas y procesos para lograr objetos con gran dosis de estética visual.


De acuerdo a lo anterior, Bernhard Bürdek señala que las aportaciones más importantes del diseño “es la liberación de las reglas dictadas por el buen diseño, revelación de nuevas formas de lenguaje y de nuevos caminos para la producción y la distribución” [2]. Esto nos permite ver que la obra de arte y el diseño son bienes culturales perfectamente diferenciados.

La diferencia de la metodología proyectual entre diseñador y artesano consiste en las fases del proceso productivo, los pasos son diferentes al estar dirigidos a mercados diferentes.

En la antagónica relación de las artesanías y el objeto de diseño surgen los elementos ornamentales empleados por ambas actividades. Pero el diseño es desfavorecido porque un objeto para la sociedad, no recurre a la cosmética del producto, tan es así que a la forma bien diseñada no le sobra ni le falta nada. El ornamento se convierte en un lujo porque incrementa el costo del producto sin mejorar las funciones del objeto de diseño.

En cuanto a las artesanías, usar materiales costosos en la cosmética de los objetos no mejora la función de los mismos, pero no pierden la aceptación de la sociedad.

Así pues, una forma útil es bella por su adecuada relación estética y función donde la creatividad debe estar presente al elaborar una obra de arte, una artesanía o un objeto de diseño.

Por otra parte, el desarrollo tecnológico también ha afectado, positivamente en mi opinión particular, al arte, a las artesanías y a los objetos de diseño. Por ejemplo en las artesanías, la habilidad y sensibilidad le daba valor agregado a los productos del artesano, ahora consigue ese valor por la creatividad, al lograr cualidades estéticas por la aplicación de materiales y procesos modernos en una producción limitada.

En el diseño, el desarrollo tecnológico no siempre tuvo el valor estético que hoy posee. William Morris, padre del las Arts & Crafts (artes y oficios), pensó que los objetos industriales no tenían atributos estéticos como en el arte, por eso a través de este movimiento artístico, aportó criterios estéticos que vincularan el arte y la tecnología.

Más adelante Walter Gropius, en la Bauhaus, insiste en la unión de arte y tecnología, ligado al racionalismo-funcionalismo. De acuerdo a esto podemos decir que el diseño es un apéndice de los procesos artísticos, pero con dirección diferente. Aún así, la concepción de productos nuevos fue una exploración de alternativas, para crear objetos de gran valor estético, funcional y productivo con lo que han llegado a considerarse obras de arte.

Definitivamente el valor estético, funcional y productivo de los objetos carentes de ornamento, modifican su valor de cambio por el valor de signo; esta situación histórica ha llevado a la incertidumbre al diseñador ya que él mismo duda si su labor es científica, tecnológica o estética.

Conclusiones

Toda esta polémica Arte–Diseño, abarca el terreno de la metodología, la tecnología y la estética. Los artistas quieren hacerse diseñadores o los diseñadores quieren ser artistas. Consecuencia: insuficiencia del individuo inmerso en una sociedad ultra moderna para ver al “diseño” como actividad estética, al arte como actividad de expresión y a la artesanía como objeto estético de manufactura limitada.

En la actualidad, los artistas buscan respaldo en esta circunstancia para sacar de su contexto a objetos de uso cotidiano y trasladarlos a uno diferente donde la crítica especializada los ve como obras de arte. Este proceder de los artistas ha generado mayores dificultades en la sociedad para ver a los objetos bien diseñados como productos que facilitan y hacen más cómoda la vida del hombre.

Por otra parte, la actividad del diseñador es compleja, porque tiene que encontrar valores estéticos universales generados por la globalización. Los conocimientos y la cultura que debe poseer el diseñador son amplios, así los criterios estéticos propuestos por el arte adquieren gran importancia, por ello reconocer los límites de cada actividad resulta muy difícil.

En cuanto a las artesanías, actualmente son consideradas como objetos de arte popular por su origen, al alcance de unos cuantos. El artesano contemporáneo ya no tiene total libertad para expresar sus sentimientos a través de los objetos que produce, porque enfrenta restricciones comerciales impuestas por las empresas, algunas de las cuales son de carácter trasnacional.

Para concluir, reflexionemos y analicemos el siguiente cuadro:

ARTESANO 
ARTISTA 
DISEÑADOR 

Fabrica objetos “a mano” o en serie con técnicas tradicionales. Experiencia empírica generacional. Productos ornamentales con valor estético, principalmente escultura, arquitectónicos o pinturas y cuadros decorativos. Trabaja por encargo de empresarios, comerciantes o por el mismo gremio. 
Trabaja de manera libre, creativa e intrépida. Realiza obras únicas no ornamentales. Productos culturales, comercializados en mercados muy reducidos. Experiencia personal obtenida por su formación académica específica. 
Trabaja bajo las reglas impuestas por los mercados. Requiere creatividad en el desarrollo del proceso proyectual. Productos fabricados en masa y con nuevas tecnologías. Productos comercializados en mercados muy diversos. Experiencia obtenida por su formación académica.
http://bionica-funcion-ucp-2011.blogspot.com/2011/09/arte-y-diseno.html

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1 comentario

  1. Un tema muy interesante para mi ya que yo estoy por realizar una fp en desarrollo de aplicaciones multiplataforma, espero con este curso estar capacitado para la programación multimedia y dispositivos móviles.

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